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ENTRADA 2

REFLEXIÓN SOBRE LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN LA ARQUEOLOGÍA

Esa reflexión parte de un artículo publicado el 25 de marzo de 2021 en el periódico Heraldo:

https://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2021/03/25/arqueologas-en-busca-del-origen-de-la-desigualdad-de-genero-1480546.html

Dos aspectos de esta noticia atrajeron mi atención. El primero de ellos fue el tema sobre el que versa, la desigualdad de género en la arqueología, siendo la arqueología un ámbito muy cercano a mi día a día ya que trabajo con varios arqueólogos en la protección del patrimonio cultural estatal. El segundo punto que me sedujo fue la idea de que hasta en los estudios arqueológicos hay desigualdad de género. Si hay desigualdad en la Arqueología, la hay en la Historia, y por lo tanto en nuestra memoria, en nuestra cultura, en nuestra educación...en todo.

Explica Almudena Hernando que hubo un hecho cierto, y es que las crías del homo sapiens eran frágiles y dependientes, y necesitaban a sus madres cerca. Es por ello por lo que los hombres se dedicaron a actividades que requerían más movilidad y más riesgo, y en muchas ocasiones una toma de decisiones más rápida.  Sus actividades no contaban con una mayor importancia en la comunidad, ya que sin crianza no habría existido la Humanidad. Pero este reparto de funciones fue una de las causas por las que los hombres se erigieron en decisores en las sociedades posteriores.

A partir de ahí, el hombre fue el poderoso y la mujer la débil. Y la sociedad creó hombres poderosos y mujeres débiles. Durante muchos siglos, por lo tanto, hubo una educación y socialización diferencial entre niños y niñas que marcaba las pautas de la sociedad, ya que esos niños y niñas eran el germen de unos futuros adultos que ya estaban diferenciados desde el nacimiento, estando ellos siempre por encima de ellas.

El artículo subraya otro aspecto interesante: en un momento determinado, un grupo de hombres, que eran los que en principio podían estudiar, leer y, por lo tanto, saber, decidieron, aplicando un punto de vista claramente androcéntrico, que las actividades desarrolladas por el hombre prehistórico eran más válidas socialmente y más prestigiosas que las llevadas a cabo por las mujeres. Todo era una interpretación puesto que no había textos escritos en la Prehistoria en los que poder apoyarse, pero se convirtió en una teoría irrefutable que se mantuvo durante siglos.

Eso ha dado lugar a décadas de malas interpretaciones, a hallazgos arqueológicos o paleontológicos mal enfocados que han dado por hecho, sin fundamento alguno, que los restos encontrados pertenecían a hombres y no a mujeres. Incluso se ha llegado a excluir históricamente a las mujeres de determinadas actividades, como la caza o la pintura. Gracias a las arqueología feminista, todo eso se está corrigiendo y la mujer empieza a ocupar un sitio en la Prehistoria, y por lo tanto de nuestra historia.

Es obvio que la igualdad de género necesita de una educación adecuada. Si nuestro niños y nuestras niñas se educan en la igualdad absoluta, vivirán siempre respetando esa igualdad. El problema es que estamos inmersos en inercias de desigualdad que nos parecen naturales, y que determinadas mentalidades se niegan a modificar, por miedo o egoísmo. Debemos evitar la transferencia de esas inercias a las nuevas generaciones, debemos no legar las herencias que no  enriquecen, sino intoxican.




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ENTRADA 1 ME PRESENTO Mi nombre es Silvia. Soy arquitecta y pertenezco al Cuerpo de Conservadores de Museos del Estado. Todos mis intereses e inquietudes giran entorno a la cultura: el cine, el teatro, el libro...y afortunadamente, mi trabajo tiene mucho que ver con eso: dedico mi vida a la protección del patrimonio cultural. Entiendo que la igualdad en todos los sentidos debe ser la base de nuestra convivencia. En esta línea, espero que este curso me enseñe a detectar todo tipo de daños contra esa igualdad,  así como a no incurrir yo misma en desigualdades que, sin querer y por inercias adquiridas, a menudo construyen nuestro día a día.